Elaboración artesanal, nada intervencionista (al desnudo, sin artificios y sin aditivo alguno). Llevada a cabo en modernas instalaciones de una pequeña bodega familiar que alberga las ideas de pureza, tipicidad y manufactura. Vinificación basada en la honestidad, la simplicidad y el clasicismo, para transmitir una filosofía de distinción, equilibrio, longevidad y gusto por lo intangible; respetando el carácter, la casta y la singularidad de cada cosecha. Es en la madurez cuando sus vinos alcanzan una elegancia extrema, conquistando los elogios de la crítica desde su primera añada. Símbolo de la autenticidad de sus gentes, a la vez que un referente de duro trabajo y buen hacer, capaz de medirse sin lugar a dudas con los grandes blancos.